En esta ocasión fue a Jose a quien le tocó llevarse a Nemo.
Sacamos al patio las construcciones.
¡Felicidades Guille!
Nos trajo un montón de cosas para comer.
Estábamos esperando ansiosos la llegada del Paje Real. ¡Que nervios!
Por fin llego el gran día. Disfrazados de pastorcitos, íbamos a cantar el villancico y nuestros papas venían a vernos y a disfrutar después de la fiesta.